La escena habitual por las noches es que hay que contar una historia a los niños para que se duerman. Hoy me decanto por el clásico de Homero: La Iliada. Tras haber contado brevemente quiénes fueron Menelao, Helena, Agamenón, Aquiles, Príamo, Héctor y Paris, les digo que Helena era hermosa, muy hermosa.
Yo: Helena, la esposa de Menelao, era tan hermosa que Paris se enamoró de ella, y decidió robársela.
Sofía: ¿Y a quién se la robó?
Yo: Pues a Menelao; Helena era la esposa de Menelao. ¿Continúo?
Sofía y Brunito: ¡Sí, sí!
Yo: Bueno, pues como les decía, Paris se robó a Helena y se la llevó a...
Sofía: ¡Pero eso está muy mal!
Yo: ¿Qué está muy mal, Sofi?
Sofía: Que se la haya robado. Hubiera tenido que pedírsela prestada, ¿verdad papi?
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